Escaneo de Can Lis, ensayo sobre Arquitectura y Música

Composición de música

Encontré en la geometría el punto de conexión entre ambas artes y elegí la arquitectura de Can Lis, para traducir en geometría musical.

Esta música la compuse para presentarla al “Concurso Internacional sobre Musica y Arquitectura” que la Fundación Henning Larsen convocó este año 2017 en Dinamarca.

Siempre he tenido mucho oido para la música pero mis conocimientos de solfeo son limitados. Desde muy pequeña tocaba el piano y la guitarra “de oido”. El Concurso era superinteresante y un ejercicio que nunca había hecho: relacionar Música con Arquitectura, otras dos de mis pasiones.
Encontré en la geometría el punto de conexión entre ambas artes y elegí la arquitectura de Can Lis, para traducir en geometría musical.

He pasado varios veranos en la casa que Jørn Utzon construyó en Mallorca. El primero de ellos, me invadió el síndrome de Stendhal y decidí medir y dibujar la casa entera para finalmente poder relajarme. Es una casa modulada en planta y en altura por el tamaño de la piedra marés, con la que está construida.

No todo debía ser automático. La intuición y la sensibilidad debían influir en este proceso para que el resultado fuera una música agradable que evocara la arquitectura y el lugar. El punto de partida es un loop de 24 notas que compuse en un órgano. Este loop se repite siguiendo la modulación de la arquitectura.

La composición es el resultado del escaneo de la planta de Can Lis en un programa de música donde las pistas de sonido son los instrumentos que reproducen la planta y donde los alzados son usados para generar la trasposición de las notas. La modulación de la composición, resultante de la repetición de un loop de 24 notas, sigue la modulación de la arquitectura y los momentos en los que la casa se abre al mar o lo oculta. La selección de los instrumentos de cada pista de sonido, se ha realizado de forma subjetiva tras el escuchar y el sentir de la casa.

Después de realizar la composición, he podido visitar Can Lis de nuevo. La he visto desde el mar y he podido entrar. He escuchado la música que compuse para ella, quizás sea porque la he escuchado muchas veces, pero realmente sentí “sincronía” entre la arquitectura y la música.